Corresponde iniciar este blog contando la historia de la revista Barrabases, y dando un poco de transfondo de la revista, la cantidad de épocas, números, etc.
Para esto me basaré inicialmente casi de forma literal en un artículo que había en la primera web dedicada a Barrabases que lamentablemente ya está fuera de linea, y que resume una entrevista que se le hizo a Guido Vallejos en el mercurio en Agosto de 1989 (Cuando iban por el número 10, Pata Loca). No sé quién es el autor original, pero mis créditos para él. También agrego algunos datos de "La Historieta en Chile" de Cristian Diaz Castro y del Museo de la Historieta de Chile. Esto comienza así:
"Barrabases", la primera revista deportiva infantil, de América y del
mundo, nació el 30 de Agosto de 1954. Pacientemente, en los meses
anteriores Guido Vallejos había ido dibujando las páginas y mandando a
hacer los "clichés" respectivos a un taller de San Diego. Pacientemente
porque el dinero y los dibujos iban saliendo a gotas. Cuando tuvo todos
los "clichés" reunidos, los llevó a la imprenta Cervantes y surgió el
primer número de 28 páginas. Ya incluía una entrevista a un deportista
destacado, Jorge Robledo, en la sección "Un caso ejemplar", que
continuará esta vez, con Lukas Tudor como entrevistado.
Los diez mil ejemplares de la primera edición se distribuyeron sólo en
Santiago y Valparaíso, y se vendieron todos. El segundo número salió a
los quioscos un mes y medio después, con 15 mil ejemplares. También se
agotó.
El número 3 llegó a 25 mil revistas. No sobró ninguna. La editorial
Zig-Zag tomó entonces en sus manos este "fenómeno". "Ahí subimos como
espuma. Llegamos a tirajes de 70 a 75 mil ejemplares", recuerda
Vallejos.
Era una cifra grandiosa, aunque no desconocida. " El Peneca" vendía 250
mil ejemplares y "Okey" cerca de 300 mil. "Barrabases" tenía un público
infantil casi exclusivamente masculino y deportista. Por eso que los 150
mil ejemplares del número extraordinario por su segundo aniversario
fueron celebrados en grande.
La primera época de "Barrabases" abarcó desde 1954 a 1961. La segunda época fue
de 1968 a 1973. La revista es a color, mensual, tamaño estándar 26×18 y es impresa y distribuida por Editorial Quimantú y, luego, por Editorial Gabriela Mistral. Guido Vallejos ya no dibujaba. En la tercera, de 1978 a
1981, el creador retomó el lapiz.
Lo mismo hizo en la cuarta temporada, trabajaba con un equipo de "cuatro a cinco
personas. Yo hago el dibujo a lápiz y otros entintan, colorean, hacen
las letras..."
Por otro lado Guido Vallejos siempre dijo que había tres personajes inspirados en la vida real: el querido director técnico se parecía al comentarista deportivo Renato González (conocido como Mister Huifa), el puntero derecho Torito estaba basado -hasta con boina- en Enrique "Tigre" Sorrel, y un efímero comentarista llamado Cuquito Calvínez tiene un parecido notable e indesmentible con Julio Martínez.
Por otro lado Guido Vallejos siempre dijo que había tres personajes inspirados en la vida real: el querido director técnico se parecía al comentarista deportivo Renato González (conocido como Mister Huifa), el puntero derecho Torito estaba basado -hasta con boina- en Enrique "Tigre" Sorrel, y un efímero comentarista llamado Cuquito Calvínez tiene un parecido notable e indesmentible con Julio Martínez.
En este periodo se vuelve un desafío. Vallejos confía en sus "viejos" lectores para que interesen a sus niños en las aventuras de "Barrabases". Esta vez el famoso equipo de camiseta roja y pantalón azul es el protagonista de todas las historietas. Sus aventuras y la entrevista conforman el grueso de las 36 páginas quincenales que tiene la revista. Esta vez no hay, como en la primera época, historietas de otros personajes y autores ("Máximo Chambónez", de Themo Lobos; "Hipólito y Camilo", de Vicar, por citar a dos). Sí estarán algunas viejas creaciones del mismo Vallejos: el equipo de básquetbol infantil "Las Cotorras" y el atleta "Carmelo Zapatilla". La idea original de "Barrabases" tiene ya 50 años. Guido, un niño nacido en Copiapó, pero vecino de la capitalina Quinta Normal desde pequeño, comenzó a hacer historietas con los sucesos que veía en los partidos del barrio, en el vecino Estadio Zambrano ("como yo era muy negado para el fútbol, me salía más fácil dibujarlo").
Esas historietas, algunas de las cuales aún conserva - unas láminas de
cuatro páginas, en tinta china y coloreadas con acuarela- circulaban
entre los amigos del sector y entre los compañeros del Liceo
Amunátegui. El equipo se llamaba "El Cometa", pero los jugadores ya eran
los mismos, salvo Ciriaco, que desapareció para dar paso a Guatón
(¿habría sido posible un "Barrabases" sin Guatón?), y ciertos cambios en
la apariencia física de algunos protagonistas.
Al egresar de la educación media, Vallejos se inició en corretaje de
propiedades junto a un tío. No duró mucho, de 1948 a 1953. después de un
negocio que le dejó una buena comisión ("logramos vender unas casas en
La Florida, a tres cuadras de Vicuña Mackenna, que no las compraba nadie
porque esos eran puros potreros"), juntó esos dineros, otros que puso
su esposa y obtuvo un préstamo. Con ello financió los "clichés" y la
impresión del primer número de " Barrabases". Tenía 23 años.
Esa etapa fue memorable. Surgieron en todo Chile los clubes que llevaban
su nombre y se creó un programa radial -" Barrabases en el aire"-, en
que Máximo Clavería relataba los partidos. "Él era profesor y sus
alumnos interpretaban los papeles de los jugadores, mientras el actor
Jorge Quevedo hacía de Mr. Pipa.
La revista emprendió aventuras osadas. En una ocasión jugaron contra el Colo Colo verdadero...., en el papel. Pirulete y compañía se enfrentaron a las caricaturas de Escuti, Robledo, Cremaschi, Moreno y compañía. Con un refuerzo, eso sí: el Sapo Livingstone en el arco. Vencieron cuatro a tres.
Luego, al ampliar su formato, Vallejos emprendió otra innovación. "
Barrabases" jugó con los equipos infantiles de los clubes " de verdad", y
los partidos se desarrollaban sobre el fondo fotográfico del Estadio
Nacional, el Santa Laura, Playa Ancha, Sausalito y otros.
Las aventuras de "Barrabases" se conocieron incluso en México. Carlos
Reinoso, cuando era exitoso jugador del América, le compró los derechos a
Vallejos y reprodujo allá los primeros argumentos, entre 1970 y 1973, dándole el nombre de "Pirulete y su pandilla". Llegaron a vender 250 mil ejemplares, pero la revista decayó porque no
tenían buenos dibujantes. "Curioso, estando tan cerca de los gringos,
pero no son buenos".
En 1955 el dibujante editor hizo descender al equipo emulando la situación del equipo Universidad Católica, lo que mermó las ventas por lo que lo hizo volver a primera división rápidamente.
En 1955 el dibujante editor hizo descender al equipo emulando la situación del equipo Universidad Católica, lo que mermó las ventas por lo que lo hizo volver a primera división rápidamente.
El fin de la primera época llegó cuando se hacía un concurso para elegir
a los "dobles de los jugadores. En su despedida editorial, Vallejos
admitió que sus múltiples obligaciones lo habían hecho alejarse del
dibujo y los niños habían echado de menos la falta de la historieta
principal. Es que por esos años, Vallejos tenía muchas iniciativas que
colmaban su tiempo. El éxito del primer "Barrabases" le dio pie para
intentar nuevas aventuras editoriales. Le siguieron "Pingüino", la
revista de humor pícaro; " Mi vida", las fotonovelas de "Cineamor".
También incursionó en el periodismo, con "Flash" y "Novedades" entre
otras. "Llevé la cuenta hasta cuando iba en 13 revistas creadas y
dirigidas ".
Recuerda que, en esos años, "a veces me levantaba y me decía " voy a cortar tal revista" y lo hacía. Eso no puede ser. Los nombres, las marcas, hay que defenderlos". Eran otros tiempos, sobre todo para las revistas infantiles. " No llegaba aún la televisión, que arrasó con el mercado de las publicaciones. En Zig-Zag, en su mejor momento llegaron a trabajar 1.800 personas. Era más grande, en comparación, que el canal 13 y Televisión Nacional juntos". Por eso, "esta vez pienso mantener a "Barrabases" como sea. No tengo miedo ni tampoco estoy confiado. Me interesa salvar los costos. Eso ya será suficiente, porque esta revista tiene que seguir".
La primera historieta de Barrabases se publicó en 1953 en el diario Los Tiempos. Al año siguiente, concretamente el 1 de agosto, Guido Vallejos lanzó la revista, sin embargo existen algunos bosquejos que nunca fueron publicados que datan de 1949.
En 2010, con motivo de la participación de Chile en el Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010, salieron 24 libros dobles recopilatorios de algunas de sus mejores historias (en algunos casos no), volviendo momentáneamente a los kioskos. Estos tomos fueron reeditados por Unlimited y La Tercera. Debido al gran éxito de los tomos recopilatorios y con motivo de la participación de Chile en la Copa América de Argentina, en junio de 2011 comienza el lanzamiento de 12 libros con nuevas historias, continuando con el cómic.
Durante los años 90 también, en conjunto con la cuarta época, se incluían algunas historias inéditas de Barrabases en la revista "El Club del Ingenio" que venía como tomo semanal en el diario Las Últimas Noticias. Eran normalmente de 3 a 5 páginas que contaban un capítulo de nuestros heroes. Por otro lado aparte de la edición lanzada en México, Barrabases se extendió a Colombia cuando estaba en su cuarta época.
Barrabases tuvo, además, una breve aparición televisiva para el Mundial
de Francia en 1998 (producido por el Área Deportiva de TVN) y un
frustrado paso a la pantalla grande, cuando Cineanimadores -los
realizadores de Mampato- quisieron reflotar la historia para el séptimo
arte sin llegar a acuerdo.
En total se editaron 171 números en la primera época, 53 en la segunda época, 25 en la tercera y 222 en la cuarta, editándose el último número en noviembre de 2006, cuando ya estos números salían cada 45 días. Es importante destacar que algo muy notorio es la baja en la calidad de los dibujos avanzada la cuarta época, esto se debe a que Guido Vallejos siempre dibujó los personajes y nunca lo delegó, por lo que avanzada su edad también disminuyó su capacidad para el dibujo.
Eso mis amigos, vuelvo a destacar que desconozco el autor original de este texto, que no soy yo y por lo tanto los créditos deben ser para él.
Saludos barrabasinos de corazón